25 JUN 2020

Entrenamiento en casa durante el aislamiento

Tanto el confinamiento como la soledad generan sentimientos de angustia, ansiedad, irritabilidad y depresión. Pero también aumentan el sedentarismo y la inactividad físicos, que traen consigo consecuencias directas en la salud.

Con el objetivo de motivar hábitos saludables, el Dr. Héctor Gabriel Salord (MP: 92.546), médico especialista en Traumatología y Ortopedia propone una serie de actividades para realizar en casa y mejorar la calidad de vida durante el aislamiento social.

Según la condición de salud y el nivel de acondicionamiento de cada persona, se pueden realizar actividades de entrenamiento de fuerza, resistencia cardiovascular, control neuromotor y coordinación, por medio de diversas modalidades como: el baile, yoga, bicicleta fija, elípticas, ejercicios con bandas, mancuernas, estiramientos, juegos activos, circuitos, full body, bodyweight training (sentadillas, burpees, push-up), videos en redes sociales, aplicaciones fitness.

Como no todos cuentan con implementos o equipos convencionales para hacer ejercicios, se pueden utilizar algunos objetos fáciles de conseguir y seguros para manipular como palos, botellas de agua, toallas mojadas, traperos, y otros elementos con los que se pueden realizar ejercicios para el entrenamiento de la fuerza con el propio peso corporal, como sentadillas, sostener una silla, sentarse y levantarse de un mueble, subir o bajar un escalón, transportar artículos de peso ligero y moderado. También se pueden realizar ejercicios aeróbicos como caminar por un corredor de la casa, en puntas de pie o con los talones, sobre una línea en el piso, pisar y esquivar obstáculos, entre otros.

Un programa de ejercicios con múltiples componentes se considera el más adecuado para los adultos y los adultos mayores. Estos programas incluyen ejercicios de entrenamiento aeróbico (cardiorrespiratorio), fuerza, flexibilidad, balance, control neuromotor, coordinación y entrenamiento cognitivo, con las siguientes recomendaciones: ejercicio aeróbico moderado durante 150 a 300 minutos a la semana, vigoroso durante 75 a 150 minutos a la semana, entrenamiento de fuerza mínimo 2 días a la semana, con intensidad moderada, de los grupos musculares principales, o entrenamiento de flexibilidad, con estiramientos musculares y movilidad articular de grandes grupos musculares, con técnicas estáticas y dinámicas.

Adaptando esas recomendaciones al entrenamiento en casa, se pueden diseñar diversas rutinas que dependes de las condición física, el nivel de actividad física y las preferencias de cada persona.

Es importante saber que el ejercicio, al igual que un medicamento, se debería prescribir adecuadamente por un experto, tiene sus dosis según las características y condiciones asociadas a cada paciente, y se debe explicar correctamente la frecuencia, intensidad, duración y tipo de ejercicio para evitar posibles riesgos o efectos adversos, principalmente osteomusculares y cardiovasculares.