10 DIC 2021

Tipos de repelentes

La Dra. Lorena Rastelli, Especialista en Dermatología (Matrícula 94896), nos explica que los repelentes son unas sustancias que, aplicadas sobre la piel y/o la ropa u otros tejidos, interfieren con los receptores químicos de los insectos impidiendo que fijen la localización exacta de la piel donde van a realizar la picadura. Los repelentes de insectos son sustancias que, por su olor o naturaleza, ofrecen protección contra las picaduras de insectos. No matan al insecto, pero lo mantienen alejado de la zona donde se ha aplicado el repelente. Se aplican sobre las diversas zonas expuestas del cuerpo mediante diferentes sistemas: lociones, cremas, vaporizadores, roll-on, stickgel, toallitas impregnadas, etc., a través de los cuales los principios activos son depositados sobre la piel. Debemos señalar que los repelentes de insectos previenen las picaduras de los insectos que pican (mosquitos, garrapatas, pulgas y moscas) pero no de los insectos con aguijón (abejas, avispones y avispas). 

 

Los repelentes contra insectos son importantes para protegerse contra los virus transmitidos por mosquitos y garrapatas, sobre todo cuando se viaja a lugares donde son comunes esta clase de enfermedades (en regiones endémicas; dengue, chikungunya y el virus zika.

Las recomendaciones clásicas indican el uso de Citronella en los niños entre 2 meses y 2 años, y DEET con una concentración de hasta el 10 % entre los 2 y 12 años. Estas recomendaciones han sido modificadas en el contexto epidemiológico actual extremándose el cuidado de los niños a partir de los 2 meses de edad.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), se puede empezar a usar los repelentes que contienen DEET, picaridina o IR3535 cuando el niño tenga 2 meses de edad en concentraciones apropiadas (formato familiar o infantil) y siempre siguiendo indicaciones de uso.

Se considera que DEET ofrece la mejor protección contra picaduras de mosquitos (protección predecible y prolongada), recomendándose en niños una concentración menor al 30%, aunque desaconsejando su uso en niños menores de 2 meses de edad.

La Citronella y los otros repelentes naturales no duran tanto tiempo como los repelentes químicos, de modo que se deberán volver a aplicar con frecuencia y finalmente resultan menos efectivos que el DEET, por lo que en el contexto epidemiológico actual (zonas endemicas), se desaconseja su uso.

Para los niños mayores de 3 años, el CDC recomienda también el aceite de eucalipto de limón.

No se recomienda ningún producto para repeler los mosquitos en bebés menores de dos meses de edad.

La OMS recomienda aquellos repelentes con DEET con concentraciones familiares no superiores al 20%.

 

 

TIPOS DE REPELENTES

Repelentes químicos con DEET. La N,N-Dietil-meta-toluamida, conocida como DEET, es el ingrediente más habitual de los repelentes de insectos(marca conocida OFF). Se considera la mejor defensa contra los insectos que pican. Su protección abarca de dos a cinco horas, según la concentración del ingrediente DEET en el producto (dos a tres horas un 10% de concentración, cinco a seis horas un 25%; una concentración mayor del 30% no ofrece mayor eficacia ni protección). La Asociación Americana de Pediatría recomienda que los repelentes que se usan en niños no deben contener más de un 30% de DEET. Tampoco se recomiendan estos repelentes de insectos para los niños menores de dos meses de edad. Así mismo, la Asociación Española de Pediatría indica que el DEET se evitará en lo posible en niños menores de dos años, priorizando el uso de mosquiteros y otros métodos no químicos. 

Icaridina o picaridina. KBR 3023 (hidroxietil isobutil piperidina carboxilato) se ha demostrado tan eficaz como el DEET y sin la irritación asociada con este último. La protección abarca de las tres a las ocho horas, según su concentración. No se recomienda para los bebés menores de dos meses. Según la Asociación Española de Pediatría, al no haberse evaluado en menores de seis meses, la icaridina tampoco es recomendada por algunos organismos para niños menores de esa edad. 

Repelentes con aceites esenciales de plantas (citronela, cedro, eucalipto, soja). Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades ha señalado que estos aceites son tan eficaces como el DEET o la icaridina en repelentes que contienen aceites de eucalipto, de limón o de soja al 2%. Eso sí, el tiempo de protección es inferior a las dos horas, por lo que hay que reponerlos con mucha frecuencia. No se recomienda para bebés menores de dos meses. El citriodiol o eucaliptus citriodora no se recomienda en menores de dos años (puede producir irritación ocular).

Repelentes químicos con permetrina. La permetrina o piretrina es una sustancia química sintética que se utiliza mundialmente como insecticida y acaricida, así como repelente de insectos. No deben aplicarse en la piel, solo sobre la ropa (y el producto permanece incluso después de los lavados). A diferencia de la icaridina y de los aceites de plantas, se ha demostrado la eficacia para matar las garrapatas al contacto. No se recomienda para niños menores de dos meses de edad.

IR3535 (3-N-butil-n-acetil aminopropionato de etilo), un repelente de insectos sintético activo contra los mosquitos, las garrapatas y las moscas que pican. Los estudios han demostrado una protección muy variable según la concentración del producto y la especie de mosquito contra la que actúa (de una a seis horas). Contra el mosquito común, su eficacia es de unas seis horas. La toxicidad de este repelente es mínima, aunque es un irritante ocular y no se debe usar en niños menores de un año. A partir de los doce meses el producto con concentración menor del 20% se puede aplicar en niños.

 

REPELENTES INEFICACES

  • El ajo o la vitamina B1 tomados por boca.
  • Los dispositivos ultrasónicos que emiten ondas sonoras diseñados para alejar a los insectos.
  • Las casas para pájaros o murciélagos.
  • Dispositivos para el jardín que "electrocutan" insectos (de hecho, pueden atraer insectos a su jardín).

Brazaletes que contienen repelentes químicos.

 

MEDIDAS DE SEGURIDAD AL USAR REPELENTES

 

  • Revisar la etiqueta del producto para encontrar información sobre cuánta cantidad de DEET contiene el repelente. Utilizar productos cuyas concentraciones no superen el 30%.
  • Aplica el repelente solo en las zonas de la piel que estén expuestas, o sobre la ropa. Nunca apliques el repelente por debajo de la ropa.
  • Nunca uses repelente en cortes de la piel, heridas o zonas donde la piel esté irritada.
  • No permitas que tu niño manipule el repelente. Colocar un poco del producto en la palma de tu mano y después aplícaselo a tu niño. No apliques repelentes sobre las manos de tu bebé, ni tampoco cerca de sus ojos o boca.
  • No uses más que lo suficiente para cubrir las áreas expuestas de la piel o de la ropa. Ponerle mucho repelente a tu bebé no le protegerá mejor ni tampoco por más tiempo.
  • Cuando vuelvas a la casa, lava la piel de tu bebé con agua y jabón o báñalo para limpiar las zonas sobre las que aplicaste el repelente. Esto es aún más importante cuando le apliques repelente varias veces al día o por varios días consecutivos.
  • Si el repelente le irrita la piel o le provoca una reacción a tu hijo, deja de usarlo, lávale la piel con agua y jabón suave y consulta al médico.
  • No utilices protectores solares que contengan repelentes. Usa un protector solar por separado. Aplica primero el protector solar y después el repelente.

 

Otras medidas de prevención

  • Vestimenta: utilizar ropa de manga larga y pantalones largos (de color claro) siempre que el niño se encuentre en el exterior, a fin de cubrir las zonas expuestas.
  • Elementos de protección ambiental en el hogar:
  • Barrera mecánica: Utilizar tul sobre las cunas, y además en las camas si la vivienda no cuenta con mosquiteros en aberturas (ventanas y puerta al exterior).
  • Químicos: Repelente de insectos ambiental (los que se enchufan contienen un piretroide) a no menos de 1,5 metros de donde se encuentra el bebé.